Cuatro claves para tener éxito… a la manera de Dios

Muchos dirían que Dios no tiene nada que ver con el éxito de una persona… Que lo que logras en la vida depende solo de tu talento, tu disciplina y tu esfuerzo. Que si llegas lejos… fue porque tú lo hiciste solo. ¿Y si eso no fuera del todo cierto? ¿Y si tu inteligencia, tus oportunidades y hasta tu capacidad de perseverar vinieran de algo —o de Alguien— más grande que tú mismo? ¿Y si el verdadero éxito no fuera solo cuestión de subir… sino de saber quién te sostiene mientras subes?

Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: CUATRO CLAVES PARA TENER ÉXITO… A LA MANERA DE DIOS, una reflexión de Rick Boxx.

Al inicio de mi vida empresarial, pasé mucho tiempo pensando en el éxito. Nadie acepta un trabajo esperando o deseando fracasar, así que la alternativa es descubrir cómo tener éxito. A mi disposición había libros y cintas de audio sobre cómo lograr el éxito, conferencias donde se compartían consejos para el éxito y las ideas de personas más experimentadas con las que había trabajado.

Años más tarde, después de esforzarme por tener éxito de diversas maneras, descubrí una estrategia atemporal y probada para lograr el éxito. La encontré en la Biblia. Las Escrituras brindan muchos principios para experimentar una vida y una carrera exitosas, pero aquí hay cuatro de los muchos ejemplos que se han destacado para mí:

En Génesis, leemos que al sirviente de Abraham se le dio una responsabilidad muy importante. Debía viajar a la tierra natal de Abraham y encontrar una esposa para el hijo de Abraham, Isaac. El éxito era fundamental. Viajar más de 400 millas y regresar con la mujer equivocada sería desastroso para el sirviente.

Una vez que el sirviente llegó a la tierra natal de Abraham, todavía tenía la abrumadora tarea de determinar a qué mujer debería invitar para que regresara con él para Isaac. Este sirviente comprendió sabiamente que su tarea era imposible sin Dios. Por eso, puso en práctica la primera clave para el éxito a la manera de Dios: oró.

En Génesis 24:12, leemos que el sirviente oró así: «Oh Señor, Dios de mi amo, Abraham… Te ruego que hoy me des éxito y muestres amor inagotable a mi amo, Abraham» [NTV]. Para experimentar el éxito a la manera de Dios, acude a Él en oración.

José es otro ejemplo. Pasó de estar en prisión a convertirse en la mano derecha del faraón, al que se le confió el poder sobre todo Egipto. Génesis 39:23 dice: «El jefe de la cárcel no tenía que vigilar nada de lo que estaba al cuidado de José, porque el Señor estaba con José y prosperaba todo lo que él hacía» [RVC].

La segunda clave para el éxito a la manera de Dios es saber que el éxito viene de Dios. Si buscamos la presencia de Dios y obedecemos lo que Él nos pide, el éxito es mucho más probable. Dios estaba con José.

Imagínate suceder al líder más renombrado de tu tiempo y que te pidan que realices la única hazaña que tu predecesor no pudo hacer. Esto es precisamente lo que enfrentó Josué cuando Moisés ungió a su reemplazo. Josué tenía miedo y buscaba seguridad, pero también quería saber cómo podría tener éxito.

Dios le dijo a Josué: «Recita siempre el libro de la Ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito» [Josué 1:8 NVI]. La tercera clave para el éxito a la manera de Dios es meditar y aprender la Palabra de Dios.

Sin embargo —atención con esto— aprender y meditar en la Palabra de Dios solo te lleva hasta cierto punto. Josué fue informado, pero también tuvo que “cuidar de hacer todo lo que en él está escrito”. Muchos líderes empresariales citan la Palabra de Dios, pero si queremos el favor de Dios, Él espera nuestra obediencia a ella.

Proverbios 2:6-7 dice: «¡Pues el Señor concede sabiduría! De su boca provienen el saber y el entendimiento. Al que es honrado, él le concede el tesoro del sentido común» [NTV]. Dios quiere que triunfemos en nuestra misión, pero requiere también que sigamos la cuarta clave del éxito: ¡obedecer Su Palabra a diario!

Preguntas para la reflexión y discusión en equipo

1. Sin tener en cuenta lo que acabamos de aprender en este Maná del lunes, suponiendo que un joven empresario o profesional te preguntara: «¿Cuáles son las claves del éxito en el mercado laboral o empresarial?», ¿cómo le responderías?

2. Muchas personas afirmarían que Dios no tiene nada que ver con el éxito de una persona, que todo depende de sus propias habilidades, determinación e iniciativa. ¿Tú, qué piensas?

3. ¿Puedes pensar en otros principios para el éxito que hayas visto en la Biblia? ¿Estás de acuerdo en que buscar el éxito a la manera de Dios es la mejor manera?

4. ¿Alguna vez has orado por una situación o problema que enfrentabas en el lugar de trabajo? Si es así, ¿qué tipo de respuesta recibiste, si es que recibiste alguna? ¿Cómo ha influido eso en tu perspectiva sobre la oración en relación con las responsabilidades laborales?

Desafío para esta semana

Podrías considerar reservar un tiempo esta semana para considerar y tal vez reevaluar tu enfoque hacia el éxito, tanto en el trabajo como en tu vida en general. Encuentra a alguien con quien hablar sobre esto: un mentor, un compañero de rendición de cuentas, miembros de tu grupo CBMC si estás en uno. ¿Cuáles son sus perspectivas sobre el éxito y cómo se relacionan con las cuatro claves para el éxito según el camino de Dios, citadas en este Maná del lunes?

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