Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: UN ENFOQUE PEQUEÑO Y CONSTANTE CONDUCE A GRANDES COSAS, por Rick Boxx
¿Conoces «La liebre y la tortuga», la fábula del antiguo narrador griego Esopo? Se trata de una liebre que corre rápido y que ridiculiza a una tortuga que se mueve lentamente. Cansada por el comportamiento arrogante de la liebre, la tortuga decide desafiarla a una carrera.
La carrera comienza y la liebre rápidamente deja a la tortuga muy atrás. Confiada en la victoria, la liebre decide tomar una siesta a mitad de la carrera. Sin embargo, cuando la liebre despierta para reanudar la carrera descubre que la tortuga, dando pasos lentos pero constantes, ha llegado a la meta antes que ella y es declarada ganadora. La moraleja de esta historia es sencilla: «El que va despacio, pero con constancia gana la carrera».
Mi propia experiencia me ha enseñado lo cierta que es esa afirmación. Cuando era un profesional joven e impaciente, a veces me esforzaba por hacerme rico rápidamente. A veces tomaba lo que consideraba atajos para ganar mucho dinero. Sin embargo, este enfoque me llevó a tomar decisiones tontas que me hicieron retroceder en lugar de avanzar. Las estrategias de inversión «imposibles de perder, con retornos rápidos» que utilicé fracasaron miserablemente.
Sin embargo, una actividad superó con creces mis expectativas. Comenzó cuando era joven. Un corredor de bolsa me convenció de invertir 25 dólares al mes en un fondo mutuo, una estrategia de inversión de rendimiento lento. Esto fue doloroso para mí a veces, especialmente durante la universidad. Había muchas formas en las que podría haber usado los 25 dólares que reservaba mensualmente. Pero decidí seguir fielmente con el plan, ahorrando esa pequeña cantidad cada mes.
Años después, este enfoque de inversión pequeña y constante dio sus frutos con una recompensa sustancial. Cuando estaba listo para comprar mi primera casa, había acumulado miles de dólares para el pago inicial. Pueden imaginarse lo agradecido que estaba por esas pequeñas inversiones mensuales que había hecho durante los años anteriores.
Después de convertirme en seguidor de Cristo y comenzar a estudiar la Biblia, descubrí este principio afirmado en las Escrituras [NTV]. Ese principio aparece nuevamente: poco y constante.
Sí, claro que podemos encontrar algunos ejemplos de personas que han tenido éxito al «enriquecerse rápidamente». Tal vez hayan ganado la lotería, hayan recibido una gran herencia de un pariente rico o se les haya ocurrido una idea novedosa para un producto que se convirtió en un gran éxito. Pero por cada ejemplo como ese hay literalmente miles de personas que fracasaron al intentar innumerables planes para hacerse ricos de forma rápida.
Es cierto que el enfoque pequeño y constante requiere paciencia, una virtud de la que muchos de nosotros carecemos. «¡Lo quiero! ¡Y lo quiero ya!» es una frase que escuchamos —o decimos— frecuentemente. Pero el libro de Proverbios ofrece otras ideas que afirman la paciencia, la lentitud y la constancia en el enfoque de la vida —y de nuestras finanzas.
Por ejemplo, Proverbios 21:5 nos dice: «Los planes bien pensados producen ganancias; los apresurados traen pobreza» [NVI]. En mis primeros años aprendí esto a las malas. Proverbios 28:19-20 ofrece esta garantía: «El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías termina en la pobreza. La persona digna de confianza obtendrá gran recompensa, pero el que quiera enriquecerse de la noche a la mañana se meterá en problemas» [NTV].
Si estás pensando en iniciar un negocio algún día, sería prudente que evitaras perseguir esquemas para hacerte rico rápidamente. En cambio, en oración, considera invertir mensualmente. Verás que es más fructífero.