Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: ENCONTRANDO FUERZA EN LA LUCHA, una reflexión de Robert J. Tamasy.
¿Alguna vez te has preguntado cómo sería vivir una vida sin dificultades? ¿Una existencia idílica, libre de lucha, adversidad o dolor? ¿Qué tal poder cumplir con plazos sin estrés ni presión? ¿No tener que preocuparse por alcanzar cuotas de ventas? ¿Tener siempre relaciones armoniosas con todos los compañeros de trabajo y empleados? ¡Buena suerte intentando encontrar un lugar así, donde no haya dificultades!
En realidad, no sería cuestión de suerte descubrir cómo vivir sin enfrentar luchas de vez en cuando. Porque la lucha es un ingrediente esencial en la receta de una vida exitosa y gratificante, ya sea en la carrera profesional, el matrimonio o cualquier otra meta que valga la pena perseguir. Consideremos algunos ejemplos que encontramos a nuestro alrededor:
- La mariposa que debe luchar para escapar de su capullo. Debe empujar y esforzarse para desarrollar la fuerza necesaria para salir del capullo que construyó cuando era oruga. Si se la saca del capullo demasiado pronto, muere.
- El atleta excepcional que admiramos por sus logros. No vemos las incontables horas de práctica, entrenamiento y preparación, ni el esfuerzo para levantar pesas y hacerse más fuerte.
- El músico virtuoso que interpreta sin errores hermosas composiciones. No podemos imaginar todo el trabajo, las repeticiones interminables y agotadoras necesarias para alcanzar ese nivel de ejecución.
Podríamos pensar en muchos otros ejemplos, pero la realidad es simple: sin lucha, la vida es imposible. Como ha dicho el consultor en liderazgo y desarrollo de equipos Brian Kight: «La lucha no es solo un camino necesario, es el mejor camino. La lucha no es solo algo bueno, es algo grandioso. No todos están dispuestos a luchar por lo que más desean. Permiten que la lucha los derrote. Pero la lucha define la recompensa. No hay recompensas que valgan la pena sin la lucha para alcanzarlas».
Al leer las Escrituras, vemos cómo Dios usa la lucha como una herramienta importante para transformarnos en las personas que Él desea que seamos. Aquí hay algunas razones:
1. La lucha nos enseña dependencia. Cuando las cosas se logran con facilidad, es fácil confiar en nuestra autosuficiencia. Cuando luchamos, reconocemos nuestras limitaciones y cuánto necesitamos al Señor. Como enseñó Jesús a Sus seguidores: «Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada» [Juan 15:5 NTV]. De manera similar, el apóstol Pablo reconoció: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» [Filipenses 4:13 RVR].
2. La lucha nos enseña humildad. Se ha dicho que aprendemos más del fracaso que del éxito, porque cuando fracasamos, generalmente es fácil entender por qué. En cambio, los factores que contribuyen al éxito suelen ser mucho más difíciles de identificar. El apóstol Pablo recibió mucho reconocimiento como maestro, pero Dios permitió el dolor y la lucha en su vida para mantenerlo enfocado correctamente: «Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones, una espina me fue clavada en el cuerpo… Tres veces rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo: “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”…» [2 Corintios 12:7-9 NTV].
3. La lucha genera fortaleza. Superar desafíos y adversidades nos fortalece de muchas maneras: en nuestro carácter, nuestros valores y convicciones, nuestra determinación para perseverar y nuestra fe. Por eso Pablo pudo declarar: «Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte» [2 Corintios 12:10 NTV].
Preguntas para la reflexión/discusión
- ¿Cómo definirías, describirías o imaginarías una vida sin dificultades? ¿Crees que tal cosa es alcanzable y, en caso de que lo fuera, realmente querrías vivir así?
- Piensa en momentos en los que te hayas beneficiado de las dificultades. ¿Cómo crees que sería tu vida si no hubieras pasado por esos tiempos de desafío?
- ¿Estás de acuerdo con la afirmación de que la lucha es un ingrediente esencial en la receta para una vida exitosa y gratificante?
- Si eres una persona de fe en Jesucristo, ¿qué papel crees que ha jugado la lucha en el desarrollo de tu fe? Compara cómo era tu fe antes de atravesar la lucha con cómo la ves ahora en tu caminar espiritual.
NOTA: Si tienes una Biblia y te gustaría leer más, considera los siguientes pasajes: Mateo 26:36-44; Romanos 5:1-5; 2 Corintios 4:16-18; Santiago 1:2-4,12; 1 Pedro 1:6-7.
Desafío para esta semana
Esta semana, intenta programar un tiempo para reunirte con un mentor, un asesor de confianza o algunos amigos cercanos y compartir las luchas que estás enfrentando actualmente. No solo hablen de los desafíos en sí, sino también de cómo crees que Dios podría estar usándolos en tu vida o en la vida de las personas a tu alrededor.